La clave para brindar resultados exitosos en los tratamientos reductivos actuales.

imagesCALOZ004Hoy en día los seres humanos estamos sumamente preocupados por nuestro aspecto físico, dándole un gran peso a como lucimos, que la figura sea esbelta y definida, las curvas en el caso de mujeres sean delineadas y en los varones el abdomen luzca marcado, entre otras exigencias que como sociedad estereotipa.

Los profesionales de la estética nos enfrentamos al reto de brindar servicios más efectivos y que brinden resultados en pocas sesiones, es más si es posible (exigencia no verbal) desde la primera aplicación, ya que el día a día deja poco tiempo para ejercitarse, el trabajo, compromisos y una vida cada vez más agitada disminuye el tiempo que una persona puede dedicar a su cuidado personal.

Por lo mismo la industria de la estética avanza a pasos agigantados, despertándonos a un mundo donde la tecnología ya no es una opción, sino una necesidad para cubrir las demandas del mercado, la era en que los masajes con rodillos, masajes manuales y vendas ya quedo de lado y posicionan a lo anterior en (alternativo y complementario) pero no en efectivo, dado que la exigencia del mercado requiere de tratamientos de pocos minutos de aplicación con resultados impactantes.

Las preguntas que normalmente se genera el consumidor son: ¿Existen tratamientos así ¿¿Qué oferta me brinda el mercado de la estética? ¿Es costoso? ¿Los resultados son a largo plazo? ¿Afecta mi salud? Y un sinfín de interrogantes que poco a poco deshilaremos en diversos artículos.

Si bien las interrogantes para el paciente son infinitas, debemos confesar que para el profesional de la estética, existen de igual manera miles de preguntas que pocas veces encuentran respuesta aceptable, y se plantean preguntas comunes como ¿Realmente lograre que mi cliente consiga su objetivo? ¿Su salud en verdad no se verá comprometida? ¿Los resultados de las nuevas tecnologías en verdad son tan mágicos como se menciona?

Y a su vez les provoca dudas entre lo que aprenden durante los talleres, capacitaciones que la industria y las casas comerciales brindan, pues muchas veces la teoría no puede ser llevada a la práctica, ya que las condiciones en cabina, consultorio o clínica son muy diversas a las planteadas en estos cursos o talleres, lo que obliga al profesional a preguntarse y repreguntarse si la base de lo aprendido brindara el resultado que el paciente busca, llevándolo a confiar solo en su experiencia, tomando un poco de información de aquí y de allá, pero sin saber a ciencia cierta si el fundamento es sólido y el resultado será el esperado.

Les mentiría si les digo que cuento con todas las respuestas a las miles de interrogantes que este tema puede brindarnos, pero les puedo compartir que cuento con los estudios y practica, sumadas a una experiencia de más de 15 años trabajando con pacientes que desean lograr un objetivo, “lucir como piensan que pueden lucir”.

A esto último es a lo que más peso le daré hoy, es una frase poderosa “Lucir como pienso que puedo lucir”, si la analizamos a profundidad, el paciente cuenta con una idea ya establecida en su mente de cómo desea lucir, cual es su objetivo a alcanzar y por supuesto quiero pensar que tiene establecido el tiempo en que desea lograrlo.

En un mundo ideal así debería de funcionar, yo paciente cuento con la meta establecida, el objetivo trazado y el tiempo que voy a tardar en cumplirla, pero la realidad es que no sucede así, los pacientes saben cómo quieren lucir, pero pocas veces, me atrevo a decir que nunca se detienen a pensar si es posible, si sus condiciones y anatomía se los permite, bien este es trabajo nuestro.

Normalmente nos llegan a consulta pacientes que “desean” lucir como la sociedad actual lo marca, buscando la barita mágica (que no existe), o que la frase de promoción de un tratamiento se cumpla al pie de la letra en ellos, como la muy utilizada para la Cavitación “Liposucción sin cirugías” solo por mencionar alguna comercialmente explotada. Esto provoca que los pacientes deseen poner el mínimo esfuerzo y que no duela ni altere su vida.

Creamos en la mente del consumidor altas expectativas de los resultados que un tratamiento cosmético puede llegar a conseguir en comparación con una remodelación quirúrgica realizada por un Cirujano Plástico certificado, y despertamos la exigencia del mercado, además de miles de interrogantes más que se suman a las ya mencionadas.

Pero como lo dice el nombre de mi artículo, cual es la clave para brindar resultados exitosos en los tratamientos reductivos actualmente, la respuesta es muy sencilla, me tomo algunos años llegar a esta conclusión, pero la he implementado desde hace más de 4 años con éxito rotundo en mi consultorio, y dirán ahh! es broma, puedo decirles que no, es totalmente cierta.

La clave es escuchar al paciente, te preguntaras ¿Cómo? De que está hablando, si te detienes a analizar por un minuto, el desarrollo de mi artículo, encontraras la clave en el, ok no tienes tiempo, lo hare por ti, te di la clave desde el principio, tu paciente, mi paciente y el paciente de todos tiene en su mente tatuada la imagen de cómo desea lucir, te mencione es una frase poderosa, ¿lo recuerdas?

Bien pues el éxito de los tratamientos reductivos y hasta del as cirugías estéticas hoy en día es fácil y no cuesta, podre contar en mi clínica, spa, consultorio o cabina con la más alta tecnología, Cavitación, Criolipolisis, Lipolaser, Carboxiterapia y bueno todas las tecnologías que vengan a tu mente en este momento que puedes utilizar para remodelar sin cirugía el contorno corporal de tu paciente, y ayudarle en su carrera a la meta para lucir mejor. El paciente podrá realizarse cirugías estéticas y de igual manera no conseguir el resultado que en su mente está.

Quienes logran los mejores resultados son aquellos pacientes que cuentan con las condiciones ideales como son, buena anatomía y complexión, buenos hábitos y un organismo sano en general, pero si las condiciones del paciente no son optimas, cuenta con una salud disminuida, y lo más importante su complexión jamás le permitirá lucir como lo diseño en su mente, no importa que tan nuevo, que tan revolucionario, que tan fantástico sea el equipo con el que cuentas o bien cuantas cirugías se realice, jamás lograras cumplir sus “expectativas”, solo conseguirás que dicho paciente se decepcione de la tecnología y de lo que la industria hoy ofrece, y creerá que ha sido estafado (a).

Por ello para evitar esta cadena de desilusiones debemos conocer a fondo las posibilidades y límites que las herramientas (tecnología) que hoy en día nos brinda el mercado, a quien si le van, que pacientes pueden presentar síntomas adversos, cuales son los máximos resultados a obtener y cuáles son los mínimos resultados a obtener, dominar las técnicas complementarias entre aparato y cirugía, ir un paso más hacia el conocimiento.

Pero lo más importante debemos manejar honestidad con nuestros clientes o pacientes, dominando lo anterior y escuchando al consumidor final, logramos una empatía entre resultado y objetivos, le cerramos la puerta a la desilusión, fraude o fracaso, y brindamos servicios de alta calidad.

En lo personal esta técnica a lo largo de estos años no me ha fallado, puedo decir que por el contrario me ha brindado la posibilidad de llegar a más personas (pacientes) pues la recomendación es mi mayor promoción, y solo se consigue encuadrando las posibilidades de mi paciente con el conocimiento de mis herramientas, manejando de forma efectiva sus posibilidades y sus limitaciones.

Hay que recordar siempre que los productos milagro no existen, todo parte de un correcto diagnostico, manejo de posibilidades y encuadre de resultados. Pero lo más importante el compromiso que el paciente adquiere para conseguir su meta, ya que está, una vez trazada podrá ser posible y tendrá fecha de cumplimiento.

Te invito a probar un solo día, y te sorprenderás del resultado…

Rocío Pineda

Coach Certificado y Cosmiatra MD.

Octubre 2014.

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